8 tips para lidiar con errores de empleados

Si tienes empleados bajo tu supervisión, eventualmente tendrás que afrontar errores que cometerán. Probablemente tengas que hacerlo muchas veces: el empleado estadounidense promedio comete 118 errores al año.

Las mejores empresas no tienen empleados perfectos que nunca cometen errores que podrían perjudicar a la empresa. En cambio, tienen formas efectivas de afrontar los errores de sus empleados. Como líder, la forma en que te acercas y manejas los errores marca la diferencia entre empleados asustados y resentidos y empleados bien capacitados y entusiastas.

Los errores son oportunidades valiosas para las empresas y los empleados. Al adoptar el enfoque correcto y apartarse de la frustración o el enojo, puedes crear experiencias de aprendizaje. Es una oportunidad para profundizar y construir una empresa y una fuerza laboral más sólida.

Aquí tienes algunos de los principales tips para gestionar las meteduras de pata de los empleados que te ayudarán a construir una mejor y más informada fuerza laboral.

#1: Revisa el método de los 5 porqués

Antes de reprender a un empleado por un error, es importante dar un paso atrás y considerar el panorama general. ¿Es realmente un descuido puntual o hay algo más en juego que solo conducirá a más problemas en el futuro?

El método de los 5 porqués se desarrolló en Toyota como una forma de explorar las razones profundas por las que se producen errores y pasos en falso en una empresa. Aunque puede ser más fácil tratar el error o el problema a nivel superficial, el método de los 5 porqués ayuda a crear una solución permanente. Si se encuentra y corrige la causa raíz, se puede evitar que el problema vuelva a surgir.

Una regla básica de los 5 porqués es que una persona nunca es una causa raíz. En su lugar, la causa debe apuntar a un proceso que falta o que no funciona bien.

Por ejemplo, puede que tengas un empleado que no logró hacer una entrega a tiempo. Tómate un tiempo para llegar al problema raíz preguntando "¿por qué?" después de cada causa:

• El conductor llegó tarde. ¿Por qué?

• Llegó tarde porque tenía un neumático pinchado. ¿Por qué?

• El neumático estaba pinchado porque estaba desgastado. ¿Por qué?

• El neumático estaba gastado porque no lo había cambiado cuando debía. ¿Por qué?

• El neumático no se cambió porque el vehículo no había sido inspeccionado. ¿Por qué?

• El vehículo no había sido inspeccionado porque los empleados no recibieron formación sobre inspecciones de vehículos.

Por tanto, la causa principal no es que el empleado llegara tarde. Fue la falta de formación sobre inspecciones lo que provocó el pinchazo. Este método se denomina "de los cinco porqués" porque normalmente se necesitan cinco causas para llegar a la causa subyacente.

Tómate tu tiempo para asegurarte de que no hay nada que contribuya al error, para que no tengas que volver a encontrarte con el mismo problema más adelante.

#2: Ten en cuenta cualquier prejuicio

Otro factor a tener en cuenta es observar cualquier posible prejuicio antes de responder a un error. A veces, los prejuicios inconscientes nos hacen reaccionar de forma diferente a como lo haríamos en otras circunstancias. Los prejuicios basados en el sexo, la raza, la nacionalidad o cualquier otro factor pueden crear una situación injusta para los empleados, en la que los errores de unos se juzguen con más dureza que los de otros.

La mejor manera de luchar contra los prejuicios inconscientes es dar un paso atrás y ver si puede tener expectativas infladas basadas en algo que no sea el trabajo de un empleado y que afecte a tu forma de reaccionar.

#3: Piensa de antemano qué decir

Puede ser frustrante pasar por alto los errores de los demás y afrontar las consecuencias de meteduras de pata que no son culpa tuya. La ira es una reacción natural que puede desencadenarse en el liderazgo. Sin embargo, también puede provocar una respuesta que desmoralice a tu empleado y de la que acabes arrepintiéndote.

En la medida de lo posible, trata de no responder en el momento y, en su lugar, piensa lo que vas a decir de antemano. Tómate un respiro o camina antes de hablar con alguien para calmarte.

Decide también si es algo sobre lo que debas sentarte a hablar con él primero. Considera su historial: ¿es este un problema nuevo y único o un patrón recurrente? El buen liderazgo es un delicado equilibrio: no quieres ser quisquilloso, pero también es importante que los problemas no se acumulen hasta que perjudiquen a la empresa.

Si es algo que necesita ser abordado, piensa en algo positivo que decir de antemano. Si eres demasiado negativo, tu empleado puede preocuparse de que lo despidan. Eso automáticamente lo pondrá en modo de alerta, y es probable que no escuchen ni una palabra de lo que estás diciendo.

Elige bien tus palabras. Las palabras adecuadas pueden fortalecer a un empleado en lugar de ponerlo a la defensiva. Quieres que tu trabajador escuche lo que tienes que decir y solucione el problema en lugar de dañar (o incluso destruir) su relación.

#4: Comienza con palabras de aprecio

Empieza la conversación con una nota positiva. Reconoce el duro trabajo de tus empleados y lo que están haciendo bien. ¿Aportan un ambiente positivo y enérgico al lugar de trabajo? ¿Están haciendo alguna parte de su trabajo a la perfección? ¿Los clientes les adoran? Menciónalo al principio de la conversación.

Corregir el error de un empleado es un asunto delicado. Al iniciar con algo positivo, puedes abordar su error sin desmoralizarlos por completo. Este enfoque les ayudará a estar receptivos para escuchar lo que tienes que decir.

Fuente: https://www.quantumworkplace.com/2020-employee-engagement-trends

Además, es importante no terminar tus elogios con la frase "pero". El reconocimiento de lo que están haciendo bien no es condicional y, por lo tanto, tiene que valer por sí mismo. Si dices "pero", "sin embargo" u otra frase de transición negativa, anularás instantáneamente tu elogio y desharás el progreso realizado.

Como manager, elogiar y reconocer a tus empleados debería ser fundamental en tu estilo de liderazgo. En una encuesta, el 53% de los empleados afirmaron que necesitaban más reconocimiento por parte de sus managers. Corregir un error es un momento vital para hacerlo.

#5: Lidera con curiosidad

Los errores son un momento vital para aprender lecciones. En lugar de acusaciones o preguntas retóricas, como "¡¿en qué estabas pensando?!", haz preguntas amables que consigan que se abran a ti. Por ejemplo, preguntar: "Ayúdame a entender por qué..." podría ayudar a romper su defensiva natural para explicar su versión.

El empleado no debe sentirse atacado durante la conversación. También debe sentir que ha sido capaz de explicar a fondo su punto de vista. Liderar con curiosidad te ayuda a explorar su lado de la situación para que ambos puedan abordar efectivamente el error juntos.

#6: Ten en cuenta la motivación

Asumir riesgos es la esencia de toda empresa. También es fundamental para que un empleado tenga éxito y fomenta el tipo de iniciativa que ayuda a la empresa. Como manager, no quieres que los empleados interrumpan su trabajo para hacer preguntas y pedir aprobación antes de ejecutar cada tarea. Debido a lo importante que puede ser, no quieres desalentar a tus empleados de tomar riesgos medidos.

Anima a tomar riesgos prudentes reconociendo la iniciativa que el empleado mostró en su error. tómate un tiempo para explicar al empleado cómo su juicio o ejecución estuvieron equivocados en este caso. Discute dónde salieron mal las cosas y por qué este tipo de toma de riesgos es inapropiado para su posición.

#7: Resuelvan juntos los problemas

Al corregir un error, es importante centrarse en el futuro. Las preguntas centradas en el pasado están cargadas de emoción. Fijarse demasiado en el problema hará que tu empleado sienta que estás en su contra y provocará defensividad.

En lugar de eso, trabajen juntos para desarrollar un plan para evitar cometer el error nuevamente en el futuro. Haz preguntas centradas en el futuro como, "¿Cómo responderás de manera diferente la próxima vez?" En lugar de dar una conferencia sobre lo que hicieron mal, trabaja con ellos para considerar soluciones efectivas. Es un momento de enseñanza en el que pueden reflexionar y resolver problemas contigo, y no sentir que es un castigo.

#8: Prevé los errores desde el principio

Todos los empleados cometen errores de vez en cuando. Sin embargo, hay una diferencia entre cometer un error y ser inadecuado para una función o un puesto. Las malas prácticas de contratación pueden dar lugar a errores y a personas que no encajan bien en tu empresa.

Dedicar tiempo a evaluar el nivel de cualificación del candidato durante la contratación puede ayudar a evitar errores. Por ejemplo, las pruebas de Matemáticas previas al empleo o las pruebas de Atención al Detalle pueden ayudar a evitar errores por descuido. También puede ayudarte a evitar una cultura empresarial que no tenga la cantidad apropiada de atención y precaución en el trabajo.

Evita que los errores de empleados arruinen tu empresa

Los errores nunca son algo emocionante de abordar para la dirección o los empleados. Sin embargo, pueden ser un importante momento de enseñanza. Sin la debida precaución y moderación, los managers corren el riesgo de desmoralizar a sus empleados. Si se hace bien, los empleados pueden aprender a desempeñar mejor sus puestos en la empresa.

Sin embargo, la mejor manera de gestionar un error es evitarlo por completo. Aplicar el concepto de los 5 porqués y unas prácticas de contratación inteligentes significa que los errores se volverán menos comunes en la empresa.

¿Necesitas ayuda para mejorar tus prácticas de contratación? ¡Podemos ayudarte! Pregúntanos cómo nuestras pruebas previas al empleo pueden ayudarte a encontrar a los candidatos adecuados.